120 adolescentes y jóvenes con sus padres y padrinos fuimos congregados para suplicar del cielo: El Espíritu Santo. La parroquia se convirtió en un lugar de intimidad, de silencio profundo, de adoración en espíritu y verdad. Los jóvenes pudieron tocar al Resucitado. Cuando se hace silencio se vibra, esta fue una de las conclusiones que muchos sacaron de esta grata experiencia. Los jóvenes, catequistas y las hermanas "María Stella Matutina" nos ayudaron a vivir de verdad la oración.
Blog oficial de la Parroquia de Santa María de Illescas (Toledo)